Un día de Acompañamiento familiar se convirtió para nosotros en una mezcla de sentimientos difíciles de abordar, la sensación de tristeza por las condiciones de salud y discapacidad de nuestras familias y la satisfacción de entregar a ellas una silla de ruedas que significa mejorar enormemente no solo su calidad de vida sino también la de sus familiares quienes enfrentan diariamente esta situación. En una gestión de la Psicóloga Municipal y las Cogestoras Sociales logramos entregar 4 sillas de ruedas que ayudaran en la movilidad de estas personas.
Visitamos a la Señora Isabel Buitrago, abuela de 80 años de edad y hace 7 años sufrió un accidente que le fracturo la columna vertebral dejándola limitada. Llegamos también a la vereda Casadillas Alto en el sector Panamá a 4 horas de la cabecera Municipal para llevar una silla de ruedas a la Señora Eustoquia Buitrago que sufrió hace 1 año Trombosis que la dejo paralizada totalmente.
Nuestro caso más conmovedor es el de Nancy Vargas una pequeña que cronológicamente tiene 9 años de edad pero psicológicamente tan solo tiene 3 años, su movilidad es limitada y sufre de Microcefalia, esta situación representa para ella y para su familia una gran dificultad que los limita en muchos aspectos, esta visita fue una enseñanza de vida pues el amor que esta familia le da a la pequeña es demasiado valioso para superar sus dificultades.
En la vereda de Mulata Alto visitamos dos hermanas de 35 años que sufren desde su nacimiento de un tipo de artritis degenerativa acompañada de una limitación mental que afecta su movilidad.
Fueron pocas las sillas que pudimos entregar pero se busco beneficiar a aquellos que requerían con mayor urgencia esta ayuda y la acogida por parte de estas familias fue muy grande.
Las Cogestoras Sociales esperamos poder ayudar nuevamente a las familias que hacen parte de la Estrategia Red Juntos.